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Macho Alfa

Drexel Galería

 

 

 

 

 

 

 

 

La imagen de un jinete que se rompe y se despliega en tres pedazos; el busto de una mujer enmarcado con las letras MK ULTRA; un San Sebastián barroco donde se leen las siglas en aerosol del Nuevo Orden Mundial, son algunos elementos de las intrigantes pinturas que conforman la más reciente exposición “MACHO ALFA” del artista mexicano Rodolfo de Florencia (Cuernavaca, 1968).

 

Partiendo del concepto de dualidad, donde lo figurativo se funde con la abstracción y la imagen con el texto, de Florencia opta por presentar estos dos mundos, en apariencia antagónicos, como indispensables para todo acto de creación. El Mundo y su doble, parece ser el motivo constante de la muestra. ¿Qué es real? ¿Qué es ilusión? Parece preguntarnos.

 

Con obras de diversos formatos, en la técnica de acrílico y montajes sobre tela, este artista nos sitúa de forma vertiginosa dentro de lo que popularmente se conoce como temas de conspiración y sociedades secretas, utilizando imágenes que remiten al manierismo y empleando recursos pictóricos provenientes del graffiti y los rótulos.

 

En “Macho Alfa”, obra de enorme impacto y expresividad, la ideología de género es planteada de manera innegable como una ruptura de los antiguos paradigmas sobre masculinidad y sus formas de representación, haciendo de uno de los mayores genios militares de la Historia, el controvertido Napoleón Bonaparte, un hombre fragmentado.

 

No es de extrañar que en la pieza del 2018, “Illuminati”, de Florencia recurra a la famosa pintura de Clouet, “El Baño de Diana”, para plantear el posible entramado en torno a esta orden fundada en el siglo XVIII. De corte netamente pagano, la pintura se muestra como un juego de máscaras virtuales en donde el conjunto hace patente la tendencia actual al transhumanismo, como un supuesto elemento de una venidera época de esplendor.

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